La mujer chismosa y la llorona

La historia de un pueblo llamado Sausal, rico en tradiciones y leyendas. En las noches de Luna Nueva, especialmente los días viernes o martes a medianoche, se dice que aparece una procesión de personas vestidas de luto por las calles Junín y Lima. Estas figuras llevan velas y entonan cánticos tristes, causando temor entre quienes las ven. Se cuenta que aquellos que se acercan a curiosear a menudo terminan muertos al día siguiente, o sufren graves problemas mentales.
 
En la segunda cuadra de la Calle Lima vivía una mujer conocida por ser chismosa, quien tenía fama de conocer todos los secretos de la gente de Sausal. Una noche, incapaz de resistir su curiosidad, salió a investigar la procesión. Cuando la «mujer llorona» se le acercó y le entregó una vela que resultó ser un hueso, la mujer chismosa se asustó tanto que decidió no volver a salir de su casa por las noches. Esta experiencia la dejó viviendo en un estado entre el día y la noche, obsesionada por conocer los secretos de los demás sin salir a las polvorientas calles de Sausal.