El ahogado

Es una tradicional leyenda sausalina, quizás la más famosa dentro de las muchas que existe. Las versiones de personas mayores que manifiestas que han escuchado al espíritu maligno que salía de la acequia madre y se paseaba por la Calle Junín dando gritos muy tristes.
En cierta oportunidad, un grupo de trasnochadores muchachos: Presentación Rodríguez, Diego Cabalillas, Olegario Rodríguez, “Chito de la Cruz” que se encontraban en el Club de Tiro de Sausal, dando rienda suelta al jolgorio y timba que los caracterizaba en este tipo de reuniones, era aproximadamente las doce de la noche, la calle estaba vacía, un manto blanco de neblina la cubría, Olegario, vio que a través de la mampara de la puerta se filtraban al mundo algunos haces de luz y humo de cigarros mientras el sonido ondulaba en el espacio y se perdía al final de la calle llevándose consigo la tonada de un vals añejo.
De este modo, hundido en un trance nocturno, al sentir el aullido de los perros la muchachada hizo un silencio sepulcral sincronizado como si alguien hubiera dado una señal, “Ole” fue el primero en oír un quejido lamentable, el miedo pasaba sin atragantarse por la garganta seca, el frío se filtraba por los agujeros de los zapatos, “Chito” atinó y corrió a la puerta para cerrarla, todos continuaban susurrando comentarios sepulcrales, mientras la presencia del “ahogado” hacía más prominente, los perros seguían sin cesar con su aullido, la noche se había paralizado con estrellas y todo, el pueblo dormía con su opaco brillo entre los ojos y las ventanas, hasta que desapareció este triste lamento que escarapela el cuerpo a las personas que los escuchan. Abrieron la puerta y sacaban la cabeza cono si quisieran escapar del enemigo – ¡Ya pasó!- Exclamó, en ese instante salieron como un centello todos y corrieron a sus casas a contar a sus familiares de la experiencia que les tocó vivir.
Según, se dice que los perros son los primeros en percibir su presencia y aúllan temerosos del espíritu; también nos cuentan, que los gritos del “ahogado” se escucha fuerte es porque está lejos y cuando se escucha despacio es porque está cerca.